De la intención estratégica a la captura del valor real de la sostenibilidad

Durante los últimos años, la sostenibilidad ha evolucionado desde un foco regulatorio o reputacional hasta convertirse en una palanca crítica de gestión y un eje para generar valor. En España, las principales aseguradoras ya consideran la sostenibilidad como una palanca estratégica. Las grandes entidades han incorporado estructuras de gobierno, gestión de riesgos y reporte que hoy forman parte de su ADN. Todas han establecido objetivos de descarbonización en sus emisiones financiadas y han ido incorporando productos “verdes” aunque todavía no son materiales en la cuenta de resultados.
Pese a estos avances, la mayoría de las compañías sigue sin lograr una verdadera integración transversal de la sostenibilidad en el negocio. Según Naciones Unidas, 9 de cada 10 CEOs a nivel global consideran la sostenibilidad una oportunidad clave de negocio. Asimismo, el 96% de los CEOs considera que la innovación y la tecnología son esenciales para avanzar en la agenda de sostenibilidad, pero solo el 26% las sitúa entre sus principales prioridades estratégicas.
La captura del valor de la sostenibilidad
¿Pero en qué consiste capturar el valor en sostenibilidad?
A continuación mostramos las características de las aseguradoras que lo consiguen.
La aseguradora líder del futuro será la líder en impacto. Aquellas que den el primer paso con ambición podrán posicionarse como actores estratégicos del nuevo paradigma: resilientes, confiables y apetecibles.
Estas compañías priman el propósito y el largo plazo sin penalizar los objetivos anuales. Prestarán servicios desde el cuidado, escuchando las nuevas necesidades de los clientes y ofreciendo las soluciones que realmente necesitan, realizando una innovación permanente de su portfolio de productos y servicios. Cuidan la cadena de valor, siendo justas con todos sus stakeholders y asegurando el impacto en todos ellos. Impulsan la transición energética, abriendo nuevas líneas de negocio, y serán divulgadoras e influyentes, capaces de conquistar un territorio simbólico en la mente del mercado. Además, se consolidan como empleadoras de referencia, impulsando la accesibilidad e inclusión, haciendo de la sostenibilidad un catalizador real de innovación, desarrollo y creación de valor.
Las oportunidades son evidentes. Estas empresas mejoran el NPS, fidelizando clientes desde la conexión emocional. Identifican de manera temprana oportunidades de negocio liderando nuevos mercados. Son más resilientes y confiables cara a los inversores. Atraen y retienen talento y fomentan el bienestar interno como motor de productividad.
Como se puede apreciar, esta captura de valor significa un cambio estructural en la compañía, donde la innovación y los nuevos modelos de negocio juegan un papel crucial.
QUÉ RETOS EXISTEN Y COMO ABORDARLOS
Como en todos los grandes cambios de era (como la revolución digital), la transformación exige decisiones complejas: comprometer a toda la organización para reescribir el business case, establecer una hoja de ruta con visión de largo plazo, y todo ello en un mercado volátil, incierto, altamente competitivo y tecnológicamente disruptivo. El riesgo es que gane el corto plazo y la sostenibilidad se trate como un un proyecto colateral con presupuestos marginales y en ocasiones, cuestionados.
Para desbloquear este valor, la sostenibilidad debe dejar de ser periférica. Necesita convertirse en un motor de negocio. Para ello, debe abordarse desde cuatro frentes fundamentales:
- Operar desde el propósito. Alineando las prioridades estratégicas con un territorio propio: la aseguradora cuidadora.
- Elegir batallas estratégicas. No todo puede ser prioridad. Cada plan de negocio debe incorporar factores ambientales y sociales desde el diseño, como parte integral del análisis de oportunidad y rentabilidad ajustada a la realidad del negocio.
- Probar, aprender y escalar. Las transformaciones reales no nacen de grandes planes, sino de pilotos ágiles que permiten aprender rápido, fallar barato y escalar con inteligencia.
- Lo que no se mide no se gestiona. Sin datos no hay aprendizaje. Sin aprendizaje no hay escalado. Y sin escalado no hay transformación.
La sostenibilidad no puede seguir siendo un accesorio de reputación y cumplimiento. Junto a la inteligencia artificial, es el próximo gran motor de diferenciación y crecimiento.






