¿Postureo o compromiso de gestión?
Aunque el 70% de las empresas cuenta con un Propósito Empresarial definido, hay todavía mucho por hacer. Establecer un sistema de medición del Propósito para evaluar su grado de consecución, compartirlo con toda la organización e incorporarlo como una herramienta de gestión, incluso como parte de la remuneración variable, son algunos de los retos que tenemos por delante.
Han pasado muchas cosas en los últimos 16 meses que nos han cambiado a todos. Y las empresas no son una excepción. El Propósito que las mueve ya parecía un concepto importante antes de la pandemia. Pero ahora, más de la mitad de los directivos creen que el Propósito es más relevante debido a la crisis del COVID y los problemas medioambientales del planeta. Éste es uno de los resultados que arroja el primer Barómetro sobre el Propósito Empresarial en España, que hemos realizado APD y Transcendent.
Pero, ¿qué es el Propósito?, ¿Cómo se activa?, ¿Cómo se mide? ¿Quién debe liderarlo? Aunque sabemos que las empresas se están moviendo en la dirección de hacerse sostenibles desde el propio negocio, hemos querido aterrizar lo que de verdad está pasando con esta encuesta a casi 300 directivos.
Los resultados dan que pensar. El 70% de las empresas asegura que cuenta con un Propósito definido. El 84% de las ellas lo tiene escrito y compartido con los empleados y casi 9 de cada 10 cree que aporta valor al negocio y contribuye a mejorar la rentabilidad de la empresa.
Es, por tanto, generalizada la percepción de que el Propósito es rentable para la empresa. Sin embargo, el 40% de los encuestados confunde el Propósito con la visión y la misión.
El Propósito es el “para qué” de una compañía, su razón de existir, que no es solamente ganar dinero, sino hacerlo contribuyendo a solucionar un problema social o medioambiental desde el centro de su actividad.
Definir y activar el Propósito debe ser un ejercicio riguroso que implica medir su grado de consecución con unos indicadores apropiados. Y por esto el Propósito Empresarial en España no es, ni debería ser, simplemente un slogan o un claim de marketing.
Preferimos trabajar en empresas con Propósito
¿El Propósito genera compromiso con los empleados? Definitivamente, sí. El 80% de los ejecutivos prefiere trabajar en una empresa con Propósito y uno de cada cuatro estaría dispuesto a cambiarse de trabajo, incluso asumiendo una reducción salarial. El Propósito se está convirtiendo en una potente herramienta de captación y retención de talento.
Otra de las conclusiones más reveladoras ha sido que para 9 de cada 10 encuestados el Propósito contribuye a establecer una cultura de empresa. El Propósito es percibido no sólo como una palanca estratégica del negocio sino como una herramienta que refuerza la cultura de empresa.
¿Y quién debe liderar esta transformación? La respuesta no deja lugar a dudas. Para el 72% de los encuestados el equipo directivo es el responsable de integrar el Propósito.
El barómetro arroja luz también sobre los cambios que se están produciendo. En 2017 sólo el 25% de empresas del IBEX tenía definido un Propósito orientado al bien común, y hoy son ya un 77%.
Los consumidores, los inversores, los empleados, y los propios líderes valoran cada vez más que la empresa tenga un Propósito activado.
Pero hay todavía mucho camino por recorrer. Establecer un sistema de medición para evaluar su grado de consecución, compartirlo con toda la organización, incorporarlo como una herramienta de gestión, incluso como parte de la remuneración variable, y que exista una figura legal para las empresas con propósito son algunos de los retos que tenemos por delante.
Algunas compañías ya se lo están tomando en serio y otras siguen comunicándolo de forma que parece más postureo que compromiso real.
Bien utilizado, el Propósito es un acelerador del viaje del impacto empresarial en el que todas las compañías están embarcadas.