Los líderes con propósito responden sin titubeos ante sus accionistas, pero también ante sus empleados, clientes, proveedores, inversores y comunidades en las que opera a la pregunta de “para qué necesita la sociedad una empresa como la que usted lidera”.
El momento actual es, sin duda, el comienzo de una década muy compleja pero también apasionante, con grandes oportunidades y grandes desafíos para la humanidad.
Una nueva era marcada por la Agenda 2030 de Naciones Unidas para lograr un crecimiento económico sostenible. Una era que nos obliga a todos, como agentes económicos y como ciudadanos del mundo, a tomar decisiones conscientes y responsables que no sólo impulsen los beneficios económicos -que sin duda son necesarios para la supervivencia de toda empresa- sino que apuesten por el impacto como ventaja competitiva para mejorar los resultados de la actividad empresarial.
El impacto es la apuesta clara por contribuir de forma positiva en la calidad de vida de las personas y el planeta sin dejar a nadie atrás.
Una nueva era marcada por el resurgir de un nuevo capitalismo, cuyo motor sea un “propósito” claramente definido sobre los principios y valores de la empresa. El propósito definido por John Elkinton en las 3Ps del triple bottom line: profit-people-planet se une la cuarta P fuerza motora: purpose. El propósito, fundado en los principios y valores como la sostenibilidad y la generación de impacto social positivo, se convierte en palanca de innovación y crecimiento para la generación de valor a largo plazo para todos los grupos de interés de la empresa.
Nueva era, nuevos líderes
Sumidos en una profunda y tal vez “invisible” transformación acelerada por la pandemia del Covid 19 que está cambiando radicalmente nuestra forma de vivir, de trabajar y de relacionarnos, este nuevo capitalismo con propósito y de impacto, gestionable y medible, necesita de nuevos líderes valientes, conscientes y responsables. Estos líderes, hombres y mujeres, son aquéllos que llamamos líderes con propósito y que la sociedad demanda a voces hoy mas que nunca.
Los líderes con propósito responden sin titubeos ante sus accionistas, pero también ante sus empleados, clientes, proveedores, inversores y comunidades en las que opera a la pregunta de “para qué necesita la sociedad una empresa como la que usted lidera”.
“Step up or get out of the way”
Ante los nuevos desafíos a los que nos enfrentamos como el cambio climático (que según Bill Gates tendrá mayores consecuencias que la crisis del Covid 19 si no logramos ser carbón neutral en 2050), nuestro sistema económico ya no ofrece soluciones viables.
Vivimos una crisis sanitaria que acumula más de 110 millones de contagiados y más de 2,5 millones de fallecidos en todo el mundo. Una crisis económica que dispara la deuda pública hasta niveles nunca vistos para paliar la masiva destrucción de miles de empleos, empresas y sectores donde las ayudas masivas públicas no serán suficientes para paliar los desastres en niveles de paro y pobreza.
La pandemia se suma a otros grandísimos retos humanitarios como el hambre, los refugiados, el acceso a agua potable o la perdida de especies salvajes y la biodiversidad.
“Da un paso adelante, o quítate de en medio" fue el provocador eslogan de Tomorrow’s Capitalism Forum, liderado por John Elkington, gran pensador y referente mundial en materia de sostenibilidad, celebrado en el corazón del distrito financiero de Londres el pasado mes de enero.
Dice John Elkington que “estamos viviendo la Década Exponencial positiva y los líderes empresariales y los mercados financieros no tendrán más remedio que dar un paso adelante en cuanto a formas radicalmente nuevas si quieren sacar adelante sus empresas”.
Hacer del propósito un modelo de comportamiento
Se habla mucho de dos líderes con propósito, Paul Polman antiguo CEO de Unilever, y Emmanuel Faber, ex-CEO de Danone. Ambos han transformado de forma pionera Unilever y Danone en entidades con un fuerte propósito avalado por unos principios y valores éticos y socialmente responsables que han hecho crecer exponencialmente la cuenta de resultados satisfaciendo a su vez la creación de valor para sus clientes, empleados y para la comunidad en la que opera (los conocidos “stakeholders”).
Pero existen también muchos líderes con propósito en nuestro país. José Ignacio Goirigolzarri, el próximo presidente del nuevo Caixabank, es un líder para el que el propósito es parte de su ADN. Educado en Deusto por la Compañía de Jesús, habla de propósito como un término “acultural” en Europa puesto que el término propósito social es parte de nuestra forma de ser y de trabajar, tal y como él lo vivió desde el colegio junto a sus compañeros.
En todas sus intervenciones sorprende la de veces que menciona a las personas como el motor de éxito en toda empresa o proyecto empresarial. Destaca Goirigolzarri “la importancia de que los equipos sientan muy dentro el orgullo de pertenencia a la empresa en la que trabajan” y habla de dichos equipos como “nuestra gente” - lo dice con una naturalidad y una cercanía dignas de admiración.
En este sentido también destacan las palabras de Antonio Garrigues, otro gran referente pionero y líder con propósito, quien defiende que los valores y los principios van siempre en primer lugar. Dice Garrigues que el gran reto del líder es bajar el propósito al terreno para que todo el mundo funcione para conseguir dicho propósito. En definitiva, se trata de hacer del propósito un modelo de comportamiento integral para todos los empleados y ejecutivos de la compañía.
“Our capitalism is no longer fit for purpose”
“Nuestro capitalismo ya no responde a un ideal del verdadero propósito”. Son las palabras firmes y duras del presidente del Global Steering Group, Sir Ronald Cohen, el líder con propósito que más ha hablado de la necesidad de un nuevo capitalismo basado en hacer el bien haciendo bien (doing well by doing good). Ronnie, como le llaman todos los que entran en contacto con él (desde sus más amigos hasta el presidente del Reino Unido o Bono, el cantante americano), defiende en su libro Impact Reshaping Capitalism to drive real change que un nuevo capitalismo más humano es urgente.
En este libro fascinante apela a gobiernos, inversores, empresarios, empleados, ahorradores, consumidores, emprendedores... en definitiva, a todos y cada uno de nosotros a liderar un nuevo capitalismo con propósito. A introducir el “impacto” en nuestras decisiones diarias, exigiendo a nuestros gobiernos, gestores financieros y líderes empresariales que actúen “sin dejar a nadie atrás”.
El impacto medible en términos monetarios y comparable se convierte en una ventaja competitiva para las empresas que lo activen en el core de sus negocios, de manera que cuanto más impacto positivo generen en la producción de sus bienes y servicios, mayor será el retorno económico y menores serán los riesgos que asuma la empresa. En definitiva, un nuevo capitalismo basado en la optimización de la triple ecuación retorno-riesgo-impacto para lograr un crecimiento más inclusivo y más sostenible que genere beneficios para accionistas y la sociedad en su conjunto.
Los gobiernos también tienen su papel
Para ello necesitaremos un buen batallón de líderes con propósito, valientes y sensibles, formados y preparados para hacer la nueva empresa 2.0.
Por último, Cohen nos recuerda el rol estratégico que tienen los gobiernos en su papel único de agente regulador de la economía. En sus manos está primar y ayudar a los que más impacto positivo generan en contra de aquéllos que generan mayores daños y perjuicios y activar, como lo han hecho nuestros vecinos europeos, una mayor eficiencia y ahorro de costes a través políticas públicas “que paguen por resultados (outcomes)” y no por “actividades (outputs)”.
Un capitalismo nuevo y apasionante donde todos tenemos un rol que jugar, ¿cuál será el tuyo? ¡Descubre más en el blog de Transcendent!